viernes, 29 de agosto de 2014

Matrimonio, familia y transformación social


La sociedad actual parece, en ciertos aspectos, un tren que va a ninguna parte, como el que vemos en la película coreana “Rompenieves” (Bong Joon-ho, Snowpiercer, 2013).

      Se desarrolla el film en un futuro no lejano, cuando el cambio climático casi acaba con la vida sobre la tierra. Solamente sobreviven los pasajeros de ese tren, impulsado por lo que llaman “la máquina de movimiento eterno”. Ahí puede verse una crítica a la tecnología si ésta se llegara a convertir en una pseudorreligión que pone un abismo entre los pobres y los ricos, somete con violencia a muchas personas y a sus familias, y las separa de los niños para adoctrinarlos y explotarlos. Con todo, late en alguna parte la esperanza de sobrevivir, después de una dura batalla encabezada por un redentor.

     Un tren verdaderamente salvador es hoy el de la familia cristiana, con su importante papel en la sociedad, que conviene poner de relieve en esta época de nueva evangelización. Para ello es bueno también plantearse qué actitudes educativas son las mejores, dentro de la familia, en relación con la vida política, económica y ciudadana, y con las nuevas tecnologías de la comunicación.

miércoles, 13 de agosto de 2014

Pedagogía del amor desde la familia

El documento de trabajo del próximo sínodo sobre la familia insiste en que hemos de saber presentar la belleza del proyecto matrimonial y familiar cristiano.

     Cabe recordar por nuestra parte algunos puntos importantes en esto.


martes, 12 de agosto de 2014

Amor matrimonial y amor a los hijos

Se acerca el sínodo extraordinario sobre la familia. Y conviene preguntarse por el significado concreto del matrimonio cristiano y de la familia cristiana. ¿Qué supone o qué significa concretamente el adjetivo “cristiano” en lo que respecta a la sexualidad conyugal? ¿Cómo se prolonga ese amor a través de la familia?


martes, 5 de agosto de 2014

Familia y sacerdocio real de los cristianos

Escuela cuzqueña, Sagrada familia (s. XVII)

El título de estas líneas puede parecer extraño para algunos, pero es una realidad importante para las familias cristianas. Todos los cristianos participamos del sacerdocio real de Cristo. La vida de la familia cristiana tiene, por eso, una dimensión sacerdotal. La vida familiar es una ofrenda a Dios, una escuela de fe, un servicio a las personas.