lunes, 30 de diciembre de 2013

Nosotros, los apellidos de Dios


Claudio Coello (1642-1693), Sagrada familia
Museo Szépmûvészeti, Budapest

En el tiempo de Navidad –que incluye las fiestas de la Sagrada Familia, de la Madre de Dios, de la Epifanía y del Bautismo del Señor– celebramos la “buena noticia” (Evangelio) de la venida de Dios a la tierra. Dios nace, ríe y llora, come y duerme, vive en una familia, trabaja y descansa en la tierra, hace suyos nuestros anhelos y nuestras preocupaciones. El que es de la misma naturaleza del Padre, ha querido hacerse también consustancial a nosotros.

      Y así nos enseña a los cristianos a hacer nuestros “los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren” (Concilio Vaticano II, GS, 1).

     De Jesús ha dicho el Papa Francisco: “Vino a nuestra historia, compartió nuestro camino. Y vino para librarnos de las tinieblas y darnos la luz. En Él apareció la gracia, la misericordia, la ternura del Padre: Jesús es el Amor hecho carne. No es solamente un maestro de sabiduría, ni un ideal al que tendemos y del que sabemos que está muy lejos, sino que es el sentido de la vida y de la historia que puso su tienda entre nosotros” (Misa de Nochebuena, 24-XII-2013). Y con ello ha renovado su invitación a que compartamos con otros “la alegría del Evangelio”. Alegría porque Dios nos ama tanto que nos ha dado a su Hijo como hermano nuestro, y luz para nuestras tinieblas; porque así nos ha dicho, y nos lo repite ahora el Papa, “no temáis”.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Educar en el camino de la evangelización

“La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús”. Con la Exhortación apostólica Evangelii gaudium (24-XI-2013), el Papa Francisco ha puesto el broche de oro al Año de la Fe, recogiendo los trabajos del Sínodo sobre la nueva evangelización y proporcionando orientaciones precisas, elaboradas de modo personal y vivo desde su rica experiencia de trabajo pastoral, y dándole a este documento un sentido programático.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Testigo de una Tradición con muchos caminos

(Entrevista al autor de este blog*)



- (P) La entrevista realizada por el periodista italiano Scalfari al Papa, publicada en el diario La Repubblica, ha sido objeto de polémica (pues algunas de las citas utilizadas por el periodista no se correspondían con expresiones textuales del Papa). Este caso muestra la delicada posición de un pontífice, cuyas palabras son seguidas por millones de personas. ¿Todo lo que dice un papa es infalible? 

(R) Es sabido que la entrevista a la que Vd. se refiere fue retirada de la web del Vaticano, al comprobarse que no recogía propiamente palabras del Papa, e incluso añadía algunas cuestiones de las que no había hablado. Como Vd. bien señala, hoy tenemos este nuevo fenómeno de la comunicación global e inmediata de las palabras de un Papa.

Respecto a su pregunta, debo decirle que, por supuesto, no todo lo que dice un Papa es infalible. Primero, infalible en absoluto solamente es Dios. La Iglesia participa de la infalibilidad divina en algunas condiciones, que son, según la Tradición de la Iglesia misma: las declaraciones de un Concilio ecuménico presidido por el Papa; la definición “ex cathedra” de un Papa, cuando proclama un nuevo dogma; las enseñanzas de los obispos en comunión con el Papa; lo que pertenece a la fe del pueblo de Dios (lo que se llama el “sentido de la fe” o el “sentido de los fieles”) en comunión con sus Pastores.

domingo, 1 de diciembre de 2013

Autoridad y comprensión

M. Chagall, Violinista (1914)
(El padre de Chagall era violinista)


En la exhortación “Evangelii gaudium” el Papa Francisco propone que los educadores en la fe sean “alegres mensajeros de propuestas superadoras, custodios del bien y la belleza que resplandecen en una vida fiel al Evangelio” (n. 168).

     Hoy la autoridad se confunde frecuentemente con el poder. De ahí la dificultad para resolver, en educación, el dilema entre autoridad y “comprensión” (término que se suele reducir a la tolerancia), exigencia y cariño, prestigio del profesor y cercanía al alumno. Todo esto importa mucho en la educación cristiana; pues según el cristianismo toda auténtica autoridad –también la educativa– viene de Dios (cf. Rm 13, 1) y encuentra su definitiva legitimación en el servicio al bien común, cuya plenitud es el amor.


martes, 26 de noviembre de 2013

Educación o formación bíblica

M. Chagall, Moisés-Las tablas de la ley (litografía de 1956)


Lo señala el Papa Francisco en su Exhortación Evangelii gaudium:La Palabra de Dios escuchada y celebrada, sobre todo en la Eucaristía, alimenta y refuerza interiormente a los cristianos y los vuelve capaces de un auténtico testimonio evangélico en la vida cotidiana” (n. 174).
            De ahí la importancia de la educación o la formación bíblica, encaminada primero a comprender la Palabra de Dios, que da sentido pleno a nuestra vida y a la vida del mundo; y hacer así posible que los cristianos seamos eco de esa Palabra con nuestra existencia, vivida de forma coherente.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Realidad, intenciones y circunstancias

¿Qué hace que una acción sea buena? Según Kant, “no se puede pensar que exista algo, dentro o fuera del mundo, que pueda ser tenido sin limitación por bueno, a no ser una buena voluntad”. Pero, replica Spaemann, todo el que actúa lo hace buscando un bien para él. Por eso, antes que las intenciones y las circunstancias, hay que atender a la realidad de cada situación.

jueves, 14 de noviembre de 2013

La conciencia moral

La ética intenta orientar ante lo que se debe hacer, explicando la naturaleza de lo que llamamos “bien”, de los valores, de la justicia y de las consecuencias de los actos. Pero con frecuencia podemos escuchar algo así: en último término, lo que hay que hacer es seguir la conciencia.
            ¿Hasta qué punto es esto así? Conviene plantearse qué y cómo es la conciencia, y dónde se origina; qué valor tienen los sentimientos de culpabilidad y de arrepentimiento; y, finalmente, tres preguntas: ¿la conciencia siempre lleva la razón? ¿Hay que seguir siempre la conciencia? ¿Hay que respetar siempre la conciencia de los otros?. Es lo que hace Spaemann en el capítulo VI de sus “Cuestiones fundamentales de Ética”.

martes, 12 de noviembre de 2013

De iconos, santos y vida cotidiana

W. Hofhuizen, Children with ball (1953)

La fe cristiana surge, vive y se transmite a partir de “la belleza que salva” (Dostoievsky). Solo se llega a la luz por la Cruz. Mirando la belleza del Crucificado Resucitado, escribe von Balthasar: “En la mirada de la fe se identifican bienaventuranza y sacrificio de autoentrega”.  Los iconos y los santos, son por eso, imágenes privilegiadas de la belleza; belleza que también encontramos en la vida cotidiana y en el arte cristiano, y que puede inspirar nuestra oración.

lunes, 11 de noviembre de 2013

El camino educativo de la belleza

A. Bouguereau (1825-1905), Virgen y ángeles músicos

En todas las épocas la música, 
por su capacidad para suscitar belleza, 
ha sido clave en la educación

Nos acercamos al final de Año de la Fe. Y por tanto, interesa recapitular lo que nos sirva también para educar en la fe. Pues bien, la belleza es un camino decisivo, siempre lo ha sido, para la educación. Y hoy debemos redescubrirlo para la educación en la fe, que tiene su propia belleza. “Si quieres construir un barco –escribió A. De Saint-Éxupéry–, no juntes hombres para cortar leña, dividir las tareas e impartir órdenes, sino enséñales la nostalgia del mar, vasto e infinito”. En la misma línea decía el cardenal Jorge Mario Bergoglio, hoy Papa Francisco, que educar es “mantener la capacidad de soñar“ (Mensaje a las comunidades educativas, 2007).

viernes, 8 de noviembre de 2013

Convicciones y responsabilidad

¿El fin justifica los medios? No se trata de que para conseguir un fin haya que emplear medios, sino de qué medios (¿vale todo?) se pueden emplear; pues solo si se discute esto se podrá hablar de “justificar”. ¿Pero qué es la justicia?

Dice Spaemann que la justicia implica “reconocer que todo hombre merece respeto por sí mismo”. Actuar justamente requiere además querer lo bueno para el otro. Según Max Weber esto exigiría una ética de responsabilidad y no de convicciones. Ojo, advierte Spaemann, pues hay que tener cuidado con el utilitarismo. Entonces ¿en qué consiste nuestra responsabilidad?

Opción por los sencillos

Un desafío para la inteligencia 



Día a día se hace más patente la importancia de lo sencillo, que no es lo simple. Muchas veces tenemos miedo a lo sencillo, quizá porque presentimos que es lo más real. Cuentan de un ensayista español que a veces, terminado un texto, se lo pasaba a su secretario, menos versado en filosofías, para ver si lo comprendía. Y si le decía: “se entiende perfectamente”, entonces el autor le replicaba: “pues oscurézcalo un poco”…

miércoles, 30 de octubre de 2013

Antropología cristiana y familia de Dios





Clave de la educación cristiana es la antropología cristiana, es decir la visión cristiana del hombre. Es esta una “antropología de la trascendencia”  (J.M. Bergoglio) que conduce a vivir y educar en la Iglesia, familia de Dios. La fe ha de educarse como apertura al amor; con alegría y, a los niños, cuando empiezan a percibir y conocer, con expresiones familiares y, poco a poco, con argumentos sencillos pero realistas. Necesitamos formar para la experiencia cristiana y en la tradición viva de la Iglesia. Es una labor de filigrana que lleva a educar para vivir las consecuencias de la fe, tanto las personales como las familiares y eclesiales.

La misión de los cristianos





Las misiones y los misioneros siempre han sido importantes en el cristianismo. Más aún, son la vanguardia y el referente primero de la evangelización. Al mismo tiempo, todos los cristianos tenemos una misión. Esto significa nuestro nombre, “cristiano”, que deriva de Cristo, el “ungido” por Dios para la salvación del mundo.

miércoles, 23 de octubre de 2013

El valor de la justicia

Temis, imagen griega de la justicia divina de la ley, 
armada con una espada y una balanza, 
Edificio del Consejo Legislativo de Hong Kong

“Justicia o yo y los otros”. Así titula Robert Spaemann el cuarto capítulo de sus "Cuestiones fundamentales de Ética". Antes de entrar en la justicia, sus tipos y criterios, se plantea algunas objeciones a la importancia de los valores. 

miércoles, 16 de octubre de 2013

Formación de los intereses y de los valores



Fotograma de la película "Un amigo para Frank" (Robot & Frank, J. Schreier, 2012)

(ver trailer)



En el capítulo tercero de su “Ética: cuestiones fundamentales”, alude Spaemann a un diálogo de Sócrates, que le dice a su interlocutor: si el placer es el único fin apetecible, será intensamente feliz el que siempre tiene sarna y puede rascarse de continuo. El otro se enfada ante semejante grosería, respondiendo que hay otros placeres más altos. Entonces se plantea Spaemann, ¿Qué diferencia hay entre las más altas especies de placer y las más bajas? ¿Y porqué el lenguaje mismo diferencia entre alegría y placer?

martes, 15 de octubre de 2013

Laicos en la nueva evangelización

(Un nuevo libro del autor de este blog)


Editorial Rialp, Madrid 2013


Según la web de la revista Ecclesia, "el autor aborda la misión de la Iglesia, la profunda identidad de sus fieles laicos y la caridad como clave del mensaje evangelizador. Desarrolla la potencia de ese mensaje en la familia, en el trabajo y en la vida pública".

     Ver entrevista del 11 de octubre de 2013, en el programa "Contraste" de Navarra TV

    Ver en google books el prólogo y otras páginas.



Escuchar para ayudar

Podría parecer que escuchar es deber exclusivo del que tiene que aprender. Pero no. Es también necesario para quien quiera enseñar y ayudar. Cuando amamos a alguien le llegamos a conocer más profundamente y deseamos ayudarle, para unirnos cada vez más a él. Y para eso nos damos cuenta de que debemos escucharle. Claro que esto pide confianza y lleva su tiempo.

miércoles, 9 de octubre de 2013

La aventura de educar en la fe

Estamos en un tiempo de “urgencia educativa” ¿Cómo afecta esto a la educación en la fe? La educación en la fe se dirige, desde el principio del cristianismo, a introducir en la vida cristiana, a formar personas con “cabeza y corazón” cristianos que actúen y sientan de acuerdo con lo que son y con lo que piensan, para la gloria de Dios y al servicio de los demás.

El placer y la realidad

J. Miró, El carnaval del arlequín (1925)
(El arlequín es un personaje que simboliza a veces el capricho o la sagacidad, 
y otras veces la ingenuidad o la sensibilidad)

¿Qué es el bien? ¿El placer? ¿La autoconservación? Después de algunos experimentos Spaemann concluye que el bien tiene que ver sobre todo con la realidad; y en este sentido, con la educación ética.


1. De nuevo, ¿qué es el bien?

     Una vida buena o auténtica consiste en buscar el bien, incluso “debe” procurar hacer el bien. La palabra “deber” apela a nuestra voluntad, y a muchos hoy esto les suena como una imposición que viene de fuera, y no de su propia voluntad, pues “yo quiero hacer lo que yo quiero”. Esto parece evidente. Pero ¿por qué quiero algo?. El apático, el que no quiere nada, no se plantea ningún deber. Pero entonces no podrá aspirar a una vida mejor, éticamente hablando; es decir, a crecer en madurez y por tanto en posibilidades de ayudar a los demás. 

viernes, 4 de octubre de 2013

Despertar la memoria de Dios


Jacopo da Ponte, Parábola del rico y del pobre Lázaro (1559), 
Museo de Historia del Arte, Viena


La palabra catequesis viene del griego katechein, resonar, hacer eco. En su homilía durante la Jornada de los Catequistas (29-IX-2013), el Papa Francisco ha definido bellamente al catequista, al educador cristiano, como aquel que custodia, alimenta y despierta la memoria de Dios en sí mismo y en los demás

     Tomando pie de los textos litúrgicos del día, ha comenzado hablando del riesgo en que se encuentran aquellos que “beben, cantan, se divierten y no se preocupan por los problemas de los demás” (cf. libro del profeta Amós, 6, 1.4). Con otras palabras, es “el riesgo de apoltronarse, de la comodidad, de la mundanidad en la vida y en el corazón, de concentrarnos en nuestro bienestar”.
Un caso así es el del rico del Evangelio, que vestía lujosamente y banqueteaba en abundancia, mientras que el pobre que estaba a su puerta no era asunto suyo (cf. Lc 16, 19 ss). “Si las cosas, el dinero, lo mundano se convierten en el centro de la vida, nos aferran, se apoderan de nosotros, perdemos nuestra propia identidad como hombres”. El relato del Evangelio no le da, a quien así se comporta, ni siquiera un nombre. 

miércoles, 2 de octubre de 2013

Ética y relativismo

R. Magritte, La condición humana (hacia 1933-1935)


¿Qué significa que algo es “bueno”? ¿Cómo se origina la Ética? ¿Qué dice el relativismo sobre los valores morales? ¿Qué es lo “natural”? ¿Cómo entra la tolerancia en el debate ético? Son preguntas que se hace Robert Spaemann en el primer capítulo de su libro “Ética: cuestiones fundamentales” (ed. Eunsa, 2010).

viernes, 27 de septiembre de 2013

Reforma de actitudes


¿Cambia la doctrina? ¿Cómo afecta esto a la Iglesia y a los cristianos? Se han preguntado algunos ante las declaraciones del Papa Francisco, en su larga entrevista al director de la “Civiltà Cattolica”, difundida el 20 de septiembre. Entre otras cosas, habla de la Iglesia, de curar las heridas, de reformar las actitudes, de lo necesaria que es una fe con más humildad y autenticidad. Lo primero, dice, es la reforma de las actitudes. Y no solo de las actitudes “de los demás”, sino primero de las nuestras, de los cristianos, primero de los educadores y de los pastores.



jueves, 26 de septiembre de 2013

La Iglesia madre

Mosaico de María, madre de la Iglesia, en el Vaticano

En sus catequesis sobre la Iglesia, el 11 de septiembre y el 19 de este mismo mes, el Papa Francisco se ha ocupado de la Iglesia como “madre”. Es un modo de hablar de la Iglesia preferido por los Padres de la Iglesia en los primeros siglos; pues la Iglesia es nuestra madre en la fe y en la vida cristiana, como también dice el Concilio Vaticano II. También la Virgen María es madre (como cantaron Luciano Pavarotti y Eric Clapton en 1996) que prefigura y realiza con perfección la maternidad de la Iglesia.

     ¿En qué sentido y de qué modo la Iglesia es madre? ¿Cómo vivimos los cristianos esta realidad?

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Cultura del encuentro

En Cerdeña el Papa Francisco se ha reunido con el mundo de la cultura (cf. Discurso en la Facultad de Teología,22-IX-2013). Ha expuesto algunas “reflexiones” a partir de su experiencia como hombre y como pastor. Y lo ha hecho tomando pie del pasaje de los discípulos de Emaús (cf. Lc 24, 13-35). Acompañados y guiados en su encuentro con Jesús, aquellos discípulos pasaron por tres etapas: desilusión, resignación, esperanza. Y para “acercar y encontrar caminos de esperanza”, el Papa ha calificado de muy valioso el papel de la Universidad.


lunes, 16 de septiembre de 2013

Juan Pablo II y la sensibilidad social

"Hay muchos indigentes en el mundo de hoy. ¿Me encierro en mis cosas, o estoy atento a quien necesita ayuda?". Este es el tweet que ha escrito el Papa Francisco hoy.

     La sensibilidad social y el "amor preferencial por los pobres" no es algo nuevo que haya venido con el Papa Francisco en su deseo de una "Iglesia pobre y para los pobres" (Discurso 16-III-2013). El Catecismo de la Iglesia Católica afirma: "El amor de la Iglesia por los pobres pertenece a su constante tradición" (n. 2444).

     Benedicto XVI explicó y fundamentó este principio, dándole el relieve que merece. La Iglesia viene tomando una conciencia progresiva de la importancia de los pobres y necesitados para su vida y su misión e incluso para la teología. Juan Pablo II insistió en la Doctrina social, o más ampliamente en la sensibilidad social, como dimensión esencial del Evangelio, como consecuencia de una auténtica oración y de un auténtico culto a Dios.

     Todo ello se refleja en la acogida, por parte del Magisterio (*), del principio "opción preferencial por los pobres", nacido en los ambientes de la Teología de la liberación de América Latina, tras purificarlo de tendencias menos cristianas y teológicas afines al análisis marxista.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Servir, acompañar, defender


Para servir hay que agacharse, hay que inclinarse. El Papa Francisco ha visitado el centro Astalli de Roma, donde se acoge a muchos refugiados que han llegado primero a Lampedusa, y buscan una vida digna. Desde allí ha llamado de nuevo a las puertas de nuestra vida, porque esos refugiados son parte de nuestro propio cuerpo, la humanidad. Y ha pronunciado tres palabras arriesgadas, comprometedoras e incluso provocadoras: servir, acompañar, defender.

     Servir, acompañar, defender. Así expresa el Papa el “programa de atención” a los refugiados. Tres palabras que representan bien la actitud ética y cristiana que esas personas merecen y necesitan, y que todos debemos tener hacia ellos.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Pedir, vivir y educar la paz

M. Chagall, El violinista celeste, 1933-1934
Museo de Tossa de Mar (Gerona)

En la vigilia de oración por la paz, el 7 de septiembre, el Papa Francisco se ha hecho cuatro preguntas: qué mundo deseamos, en qué mundo vivimos, si nos preocupamos por los demás, si somos capaces de seguir el camino de la paz.


¿Qué mundo deseamos?

     La Biblia nos presenta un mundo bueno y armonioso, salido de Dios (cf. Gn 1, 12, 18, 21 y 25), donde los seres humanos formen una sola familia, marcada por relaciones de fraternidad real, y no sólo de palabra, todo ello como reflejo de la relación con Dios. “El mundo de Dios –señala el Papa Francisco– es un mundo en el que todos se sienten responsables de todos, del bien de todos”: “ ¿No es ése –amplia su pregunta– el mundo que todos llevamos dentro del corazón?” Es decir, ¿no deseamos un mundo de armonía y de paz, con nosotros mismos, entre nosotros y con todos, en las familias y las ciudades, en y entre las naciones. ¿Y no es la verdadera libertad aquella orientada al bien de todos, al amor en el mundo?

lunes, 2 de septiembre de 2013

Encuentro, servicio, cercanía



En la última parte de su discurso al Comité de coordinación del CELAM (Río de Janeiro, 28-VII-2013), el Papa Francisco propone algunas pautas para la evangelización en América Latina y el Caribe, que también pueden servir de orientaciones para todos los que tienen que ver con la educación en la fe y la formación cristiana.


jueves, 29 de agosto de 2013

"Tentaciones" en la evangelización

Fotograma de la película The gospel of John (Ph. Saville, 2003)



En su intervención ante el Comité de coordinación del CELAM, el 28 de julio, el Papa Francisco se refirió a diversas “tentaciones” de los creyentes a la hora de la misión, esto es, a la hora de transmitir la fe. Se trata de tres deformaciones en el modo de comprender, vivir y transmitir el mensaje del Evangelio: la ideologización, el funcionalismo y el clericalismo.

     Y es que para transmitir el Evangelio, hay que comenzar mirando la realidad desde la fe, con los ojos de Cristo.

Formación, renovación, diálogo

Renovar el estilo de la formación cristiana

     En su encuentro con el Comité de coordinación del CELAM (28-VII-2013) explicaba el Papa Francisco que la misión como programa lleva a impulsar la evangelización o el apostolado en y desde las Iglesias particulares. Esto implica la reforma de las estructuras eclesiales. Pero este cambio no consiste sin más en una reorganización para sustituir las estructuras caducas por otras nuevas: “Lo que hace caer las estructuras caducas, lo que lleva a cambiar los corazones de los cristianos, es precisamente la misionariedad”.

     Así es, porque la Iglesia es misionera esencialmente. De ahí también la relevancia de la misión como “paradigma” o modelo, pues cada cristiano ha de ser también un apóstol o un misionero, en ese sentido amplio. Lo cual no es obstáculo para que siga siendo muy importante la existencia de “misiones” y de misioneros en el sentido de encargados oficialmente de esa tarea.

     Todo ello –continúa Francisco– “exige generar la conciencia de una Iglesia que se organiza para servir a todos los bautizados y hombres de buena voluntad”. Esto implica a nivel personal que “el discípulo de Cristo no es una persona aislada en una espiritualidad intimista, sino una persona en comunidad, para darse a los demás”. El impulso a la misión, por tanto, implica “pertenencia eclesial”.

     Notemos cómo, en la formación cristiana de todos y ya en la catequesis de los niños, esto se traduce en que, como consecuencia del encuentro personal con Cristo, en cada uno haya una preocupación por las necesidades materiales y espirituales de los otros, comenzando por padres y hermanos, amigos, etc., y con una atención también prioritaria por los más necesitados.

      En esta “misionariedad” o esencial dimensión evangelizadora de la Iglesia y de cada cristiano el Papa subraya “dos desafíos vigentes”: la renovación interna de la Iglesia y el diálogo con el mundo actual.


La renovación interna de la Iglesia

      En primer lugar, la renovación interna de la Iglesia se apoya sobre la conversión y la formación. No solo sobre la conversión personal, que es la primera base, como fruto del encuentro de cada uno con Jesucristo. De modo característico, señala el Papa, “Aparecida ha propuesto como necesaria la Conversión Pastoral”. Cabría decirlo así: la conversión afecta e implica a la Iglesia universal y a las Iglesias particulares, a las comunidades cristianas y a los grupos y realidades eclesiales como tales, como familia o como familias de creyentes, también a las familias cristianas.

     Esto equivale a plantearse, a partir de la respuesta de cada uno a la fe, cuáles son las consecuencias de mi fe en las personas con las que vivo y cuál es nuestra responsabilidad, como familia, hacia los demás, para ver qué tenemos que mejorar. No es irrelevante el hecho de que Dios nos haya llamado a la salvación no individualmente sino formando un Pueblo, una familia, la Iglesia (cf. Lumen gentium, 9). Por tanto, hay siempre unas dimensiones eclesiales, sociales e incluso públicas de la fe y de la vida cristiana.

      En este sentido, el Papa Francisco plantea a los Pastores de la Iglesia algunas preguntas, que, de modos diversos sirven también para todos los demás que tienen responsabilidades de formación o educación: 


Atención a las personas más que a las estructuras organizativas

     1) “¿Procuramos que nuestro trabajo y el de nuestros Presbíteros sea más pastoral que administrativo? ¿Quién es el principal beneficiario de la labor eclesial, la Iglesia como organización o el Pueblo de Dios en su totalidad?”. (Pensemos aquí, por ejemplo, si la formación que damos a otros está presidida por el afán de completar un programa, alcanzar la meta de impartir unos conocimientos o de tratar unos temas determinados, y no en ayudarles verdaderamente escuchando sus necesidades, sus dudas, procurando que conecten con lo que les transmitimos. Una pista para detectar este “afán por el programa”, por lo que vamos a hacer, más que por las personas, sería preguntarnos si nos ocupan más las estructuras organizativas que conocer y pensar en las personas, sus vidas y sus familias, si les preguntamos por sus preocupaciones y compartimos sus alegrías y sus penas).

     2) Pregunta el Papa: “¿Superamos la tentación de atender de manera reactiva los complejos problemas que surgen? ¿Creamos un hábito pro-activo? ¿Promovemos espacios y ocasiones para manifestar la misericordia de Dios? ¿Somos conscientes de la responsabilidad de replantear las actitudes pastorales y el funcionamiento de las estructuras eclesiales, buscando el bien de los fieles y de la sociedad?”. (Necesidad de superar, en la educación, una actitud meramente defensiva o polémica; ser abiertos, compasivos, cercanos; servir de verdad a los que se nos confían, etc.).


Poner las bases: la oración y los sacramentos... y saber escuchar a todos

     3) “¿Hacemos partícipes de la Misión a los fieles laicos? –interroga Francisco– ¿Ofrecemos la Palabra de Dios y los Sacramentos con la clara conciencia y convicción de que el Espíritu se manifiesta en ellos?” (Todos participamos de la misión de la Iglesia, cada uno según sus circunstancias, condiciones y dones. Además Dios ayuda a todos en la oración y en los sacramentos. Ahí están las “bases personales” de la evangelización).

      4) “¿Es un criterio habitual el discernimiento pastoral, sirviéndonos de los Consejos Diocesanos? Estos Consejos y los Parroquiales de Pastoral y de Asuntos Económicos ¿son espacios reales para la participación laical en la consulta, organización y planificación pastoral?”. (La importancia de estos organismos pastorales debe ayudar a plantearnos, de nuevo, qué espacio damos a “escuchar” a los demás cuando les formamos, aprovechando sus aportaciones y sugerencias, pues no hay en la Iglesia nadie que sea exclusivamente maestro o exclusivamente discípulo: todos tenemos la responsabilidad de aprender y enseñar).


Confianza, sentido positivo, generosidad, "sentido de la Iglesia"

     5) “¿Tenemos (los pastores) conciencia y convicción de la misión de los fieles y les damos la libertad para que vayan discerniendo, conforme a su proceso de discípulos, la misión que el Señor les confía? ¿Los apoyamos y acompañamos, superando cualquier tentación de manipulación o sometimiento indebido? ¿Estamos siempre abiertos para dejarnos interpelar en la búsqueda del bien de la Iglesia y su Misión en el mundo?” (Grandes campos se abren aquí para los educadores: la confianza en los demás, el amor a la libertad, el sentido positivo, la generosidad para servir, etc.).

     6) “Los agentes de pastoral y los fieles en general ¿se sienten parte de la Iglesia, se identifican con ella y la acercan a los bautizados distantes y alejados?” (Es esencial a la formación cristiana que todos los cristianos sepamos “sentir con la Iglesia”, es decir confiar en ella como nuestra madre, sentirnos en ella como nuestro hogar, participar en todo lo suyo como nuestra familia. Y por tanto esto pertenece al corazón de todo lo que enseñamos o aprendemos).

     Dice muy bien el Papa Francisco: “Como se puede apreciar aquí están en juego actitudes”. Por eso “la Conversión Pastoral atañe principalmente a las actitudes y a una reforma de vida”. Esta conversión implica un proceso, un camino de cambio de actitudes en nosotros mismos


Diálogo con el mundo actual: enseñar a descubrir a Dios de un modo nuevo

      Todo ello –concluye el Papa Francisco– conduce a vivir lo que dice el Concilio Vaticano II al principio de la constitución pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual (Gaudium et spes): “Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo” (n. 1). Aquí reside el fundamento del diálogo con el mundo actual.

     Y explica el Papa que “la respuesta a las preguntas existenciales del hombre de hoy, especialmente de las nuevas generaciones, atendiendo a su lenguaje, entraña un cambio fecundo que hay que recorrer con la ayuda del Evangelio, del Magisterio, y de la Doctrina Social de la Iglesia. Los escenarios y areópagos son de lo más variado”.

     Por ejemplo –añade– “en una misma ciudad, existen varios imaginarios colectivos que conforman ‘diversas ciudades’. Si nos mantenemos solamente en los parámetros de ‘la cultura de siempre’, en el fondo una cultura de base rural, el resultado terminará anulando la fuerza del Espíritu Santo. Dios está en todas partes: hay que saber descubrirlo para poder anunciarlo en el idioma de esa cultura; y cada realidad, cada idioma, tiene un ritmo diverso”. En efecto, el cambio de una cultura rural a la cultura urbana actual es una de las realidades que hemos de tener en cuenta a la hora de plantear la formación.



lunes, 26 de agosto de 2013

La capacidad transformadora de la fe





El último capítulo de la Lumen fidei muestra la capacidad transformadora de la fe. Y lo hace con la imagen de la construcción de una ciudad (cf. Hb 11, 16). “Asimilada y profundizada en la familia –dice la encíclica–, la fe ilumina todas las relaciones sociales” y es también fuerza que conforta en el sufrimiento. Con la fe, podemos hacer realidad el proyecto fascinante de la vida verdadera y grande que anhelamos.

domingo, 25 de agosto de 2013

La transmisión de la fe desde el "nosotros" de la Iglesia

Detalle de "la pesca milagrosa", ábside de la capilla 
de la Conferencia Episcopal Española, 
Madrid 2011

¿Puede transmitirse la fe? ¿No es algo subjetivo, que solo afecta a la relación de cada uno con Dios? La fe puede transmitirse, no ciertamente en cuanto don de Dios, sino en cuanto que los cristianos hacemos partícipes a otros de nuestra respuesta filial al don recibido. Es decir, en cuanto que podemos mostrarles la confianza que comporta creer en el Dios Uno y Trino, que nos ha manifestado su amor a través de su Hijo Jesucristo.

     Y de hecho la fe se transmite entre los cristianos desde los orígenes del cristianismo, en y desde el “nosotros” de la Iglesia; pues en la familia de Dios, todos estamos llamados a “implicarnos” en el don de la fe para otros.

sábado, 24 de agosto de 2013

Buscar a Dios con la luz del amor

Fe, razón, teología


Rafael, alegoría de la Teología (1509-1511)
 Sala de la Signatura, Vaticano

Los colores del vestido -blanco, verde y rojo- 
representan las tres virtudes teologales (fe, esperanza y caridad).
Las cartelas que sostienen los ángeles expresan el sentido de la teología: 
"conocimiento de las cosas divinas".
La mano izquierda sostiene un libro.  La derecha señala hacia el fresco que está debajo, 
donde se representa el debate sobre la verdad teológica, centrado en la Eucaristía. 


En uno de sus pasajes centrales afirma la encíclica Lumen fidei: “La fe cristiana, en cuanto anuncia la verdad del amor total de Dios y abre a la fuerza de este amor, llega al centro más profundo de la experiencia del hombre, que viene a la luz gracias al amor, y está llamado a amar para permanecer en la luz” (n. 32). Y este hecho de que la fe anuncia y llama al amor, ayuda al diálogo entre la fe y la razón, a la búsqueda de Dios y también a la tarea teológica.

martes, 20 de agosto de 2013

Aparecida y el discernimiento eclesial

Aparecida está siendo una referencia para la Iglesia entera. No es sólo el sencillo acontecimiento del hallazgo de la imagen por unos pescadores, que dio lugar al santuario más tarde declarado por Juan Pablo II basílica de la Patrona de Brasil. Aparecida es también la V reunión del CELAM, en mayo de 2007, y el excelente documento, fruto de aquellos días, coordinado por el entonces Arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, y presentado por Benedicto XVI.

Volver a encender el corazón

Emaús y la nueva evangelización


El pasaje de los discípulos de Emaús (cf. Lc 24, 13-35) es como un icono, para leer el presente y el futuro de la misión de la Iglesia, de la nueva evangelización

     En su discurso a los obispos brasileños (en Río de Janeiro, 27-VII-2013) el Papa Francisco recurrió al pasaje de los discípulos de Emaús (cf. Lc 24, 13 ss). Y lo presentó como un icono para leer el presente y el futuro de la misión de la Iglesia, y de la nueva evangelización.

viernes, 16 de agosto de 2013

Algunos desafíos de la Iglesia

Formación, misión y conversión, servicio



27 de julio, en su encuentro con los obispos brasileños, el Papa Francisco ha expuesto algunos desafíos de la Iglesia en Brasil, que corresponden, con los matices que sean necesarios, a desafíos importantes para la Iglesia en todos los lugares. 


     El discurso se apoya abundantemente en el Documento de Aparecida (fruto de la V Conferencia general del episcopado latinoamericano y del Caribe, 2007), del que el entonces Arzobispo de Buenos Aires fue principal redactor.

Escucha, contemplación, corazón


Fe, verdad y amor





En las relaciones humanas importan la confianza, la verdad y el amor. Como también cuentan la comunicación, la atención y la mirada, los afectos. Así se refleja, por ejemplo, en películas tan diferentes como “El nombre” (Le prénom, M. Delaporte y A. De la Patellière, 2012), “Las nieves del Kilimanjaro" (R. Guédiguian, 2011), o "Amor bajo el espino blanco” (Z. Yimou, 2012). De la relación entre fe y verdad, y entre ambas con el amor, se ocupa la encíclica Lumen fidei, del Papa Francisco.

¿Qué podemos extraer de nuestra propia experiencia, a partir de lo que llamamos “verdad” o “amor”, para la fe? ¿Qué nos aporta la Biblia en relación con Dios? De todo ello trata el capítulo segundo de la encíclica Lumen fidei.

miércoles, 7 de agosto de 2013

La existencia cristiana: fe, esperanza, caridad

Artlover, Three sisters

Todo parece indicar que Benedicto XVI había proyectado una trilogía de encíclicas sobre las virtudes teologales: la fe, la esperanza (cf. “Spe salvi”, 2007) y la caridad (cf. “Deus caritas est”, 2005). La Providencia ha querido que la tercera de estas encíclicas, Lumen fidei, apareciera, con la colaboración del Papa alemán, ahora emérito, dentro del Año de la Fe y en el pontificado de su sucesor, el Papa Francisco.

     Desde la introducción explica la relación entre esas tres virtudes con referencia al plan salvífico de Dios uno y trino:

lunes, 5 de agosto de 2013

El acontecimiento de Aparecida


El discurso del Papa Francisco a los cardenales y obispos brasileños, el 27 de julio en Río de Janeiro, puede compararse en importancia –en unidad con el dirigido al comité de coordinación del CELAM al día siguiente y cambiando lo que deba cambiarse, porque se trata de protagonistas, contextos y temas diversos– al último encuentro de Benedicto XVI con el clero romano (14-II-2013).

     Ambos discursos fueron impartidos como una charla sin pretensiones, como simples reflexiones. Pero ambos clarifican más
que muchos libros.

     En este caso, aunque el discurso se refiere directamente a Brasil, contiene luces para la nueva evangelización que hoy ha de desarrollarse en todos los lugares. Nos ocuparemos ahora solo de la primera parte: el acontecimiento originario de Aparecida.

jueves, 1 de agosto de 2013

La fe como respuesta y confianza

M. Chagall, Moisés recibiendo las tablas de la Ley (h. 1963), 
Museo Message biblique, Niza (Francia)

“Si queremos entender lo que es la fe, tenemos que narrar su recorrido” (encíclica Lumen fidei n. 8).

      En efecto, tal como explicó el Concilio Vaticano II, el hecho de que la fe se da en la historia, es algo que afecta no solamente a la fe cristiana en su conjunto, sino a la de cada cristiano tomado personalmente. La fe es respuesta a Dios que llama y camino confiado en Dios que nos acompaña y nos espera.

martes, 30 de julio de 2013

Cultura de la solidaridad

Tres preguntas de la prensa 
al autor de este blog



El Papa Francisco en Copacabana, el 28-VII-2013

Francisco ha aunado en la Jornada Mundial de la Juventud los valores humanos y los cristianos a la hora de transmitir un mensaje de fe y de esperanza


¿Cuáles han sido las claves de esta JMJ?

     - Un acontecimiento así no puede encasillarse en unas pocas claves. Si nos fijamos en lo que subrayó sintéticamente el Papa Francisco en la Radio del arzobispado de Río de Janeiro, podríamos hablar de la 'cultura de la solidaridad', como palabra que aúna los valores humanos y los cristianos, por oposición a una 'cultura de la exclusión' de los niños, de los jóvenes, de los ancianos y de otras personas más débiles.

     Las claves más importantes quizá se deducen de los gestos del Papa, que traducen sus actitudes de fondo, a la hora de transmitir un mensaje de fe y de esperanza, especialmente para los jóvenes. Ha querido dejar la certeza de que vale la pena dedicarse a promover la dignidad de cada ser humano, y apostar por Cristo y su Evangelio.


¿Qué destacaría de los mensajes que el Papa Francisco ha transmitido a los jóvenes?

    Decía que las primeras palabras y las más importantes del Papa Francisco han sido, como suelen ser, sus gestos y actitudes. Es decir, su actitud de oración y adoración ante la Virgen Aparecida y en medio de la alegría festiva de la liturgia; su cariño con la gente, su entusiasmo mientras propone a los jóvenes la revolución más grande que jamás ha existido, que es la revolución del Evangelio, la revolución del amor.


¿Qué balance hace de esta JMJ?

     Conviene tener en cuenta que Brasil, además de ser el país con más católicos del mundo, es uno de los más grandes países de América y a la vez se ha configurado históricamente a partir de África; por tanto conserva las raíces humanas y culturales de allí (por ejemplo la alegría y la danza, como se notó especialmente en la Misa en Copacabana). También está asumiendo lo mejor de las aportaciones intelectuales de Europa, precisamente a través del cristianismo (pienso por ejemplo en la aportación alemana en las zonas sureñas); y ahora está integrando muchos elementos asiáticos.

    En este mosaico tan plural, que ha superado tantos problemas y tiene tantas necesidades, el Papa Francisco ha realizado ante los jóvenes algo así como una "rehabilitación de la política" como tarea de servicio. Ha invitado a todos, particularmente a los cristianos, a abrirse a los demás. Ha ido a fondo, especialmente en el Via crucis con los jóvenes y en el encuentro con los cardenales y los obispos (*), por lo que se refiere a la responsabilidad de los católicos. Y todo esto, en la línea del Concilio Vaticano II y cuanto allí se planteó. El camino hacia Cracovia, donde tendrá lugar la JMJ de 2016, está, pues, trazado en esta línea, como dice la primera encíclica de este Papa: la capacidad iluminadora, dialogante y transformadora de la fe cristiana, precisamente por vivir del amor.


(publicado en www.abc.es y otros periódicos digitales, 28-VII-2013)

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(*) Me refería al Encuentro con los cardenales y obispos brasileños el 27 de julio. Posteriormente se difundió también el texto de otro discurso, igualmente importante. Tuvo lugar al día siguiente, en el encuentro con el Comité de coordinación del CELAM. Así que ahora habría que decir: "...en los encuentros con los cardenales y obispos..."

lunes, 29 de julio de 2013

"Yo soy de allí". Tocar la Cruz

Eu sou de là, cantada ante el Papa Francisco 
por Fafá de Belém, el 26 de abril de 2013

“Yo soy de allí, donde un solo día vale la vida que viví”. Cualquier cristiano ha podido decir eso, y más estos días, unido a la “fiesta” de Brasil. Como puede y debe decirlo, unido por la Cruz a los que pasan por tiempos oscuros (también estos días a raíz del accidente ferroviario en Santiago de Compostela).

     En el paseo marítimo de Copacabana, Río de Janeiro, un millón y medio de personas ha acogido al Papa Francisco. Y ha sonado una canción de Pará, región del norte: “Yo soy de allí…” En Belém de Pará hay una procesión en la que multitudes acompañan a la Virgen, unidas a una gruesa soga que representa sus afanes, sus alegrías y sus penas. Todos se sienten bien unidos entre sí porque van unidos a Ella.

Bella imagen de la catolicidad.

viernes, 26 de julio de 2013

Un "decálogo" para la educación en la fe

Pensemos en un piano, cuya estructura y funcionamiento debe conocer el artista suficientemente para hacer su música. 

     Nuestra época requiere un “salto de calidad” en la educación de la fe vivida. Benedicto XVI acuñó la expresión “urgencia educativa” para la situación actual (cf. Mensaje a la Diócesis de Roma sobre la tarea urgente de la educación, 21-I-2008); y se refirió concretamente al “analfabetismo religioso” que se extiende en nuestra sociedad (cf. Homilía 5-IV-2012).

     Pues bien, así como en la educación han de reflejarse las dimensiones de la persona, en la “educación de la fe” deben reflejarse adecuadamente los elementos, contenidos y dimensiones de la fe cristiana. Pensemos en un piano, cuya estructura y funcionamiento debe conocer el artista suficientemente para poder hacer su música: debe conocer las teclas, los acordes, las posibilidades para lograr una buena armonía.

lunes, 22 de julio de 2013

La vida nueva de la fe

M. Chagall, La vie (1964)
Gallerie Maeght, Saint Paul de Vence (Francia)

La vida era el interés principal de los románticos, como reacción que destaca los sentimientos, ante los esquemas puramente ideales o racionalistas. Sin embargo, con frecuencia los románticos no supieron integrar otras dimensiones de la persona, como la razón, la transcendencia y la apertura a Dios y a los demás.

     Como muestra la encíclica Lumen fidei, la vida cristiana, cuando es auténticamente “vivida”, asume los anhelos más profundos y también los más existenciales de las personas.

     La fe cristiana no arrebata la novedad y la aventura a la vida. Al contrario, ilumina la existencia humana en todas sus dimensiones; algo que no puede hacer el sol, cuyos rayos no transpasan las sombras de la muerte (cf. nn. 1 y 2). La fe es, pues, luz que hace vivir. No solo en el sentido de facilitar la vida humana, sino que lleva a una “vida nueva”. ¿Cómo es esa vida? ¿Es una vida que requiere “renunciar” a la vida “normal y corriente”?

sábado, 20 de julio de 2013

La vida humana como don

La vida no es un añadido a la existencia humana, sino el ser mismo de cada persona. Como la persona no es instrumentalizable, no se debe manipular ni suprimir para producir otra cosa. La fe cristiana confirma que nuestra vida es don de Dios que se ha de convertir en don para los demás.

     La vida humana no es un estado mental o de conciencia que permitiría hablar simplemente de un grado superior de vida añadido a la vida animal; sino, como explica Spaemann siguiendo a Aristóteles, el “ser” mismo de los hombres. 

miércoles, 17 de julio de 2013

Globalización de la indiferencia, anestesia del corazón

Flores echadas por el Papa Francisco al mar en Lampedusa, 
en recuerdo de los inmigrantes fallecidos

El primer viaje del Papa Francisco ha sido un viaje penitente, para pedir perdón por lo que ha llamado la “globalización de la indiferencia” y la “anestesia del corazón”. Es este un aldabonazo a la conciencia de nuestra civilización occidental, y antes que nada –puesto que las conciencias son ante todo de las personas- de cada uno de nosotros.

     En el campo de deportes “Arena”, de Lampedusa, pequeña isla entre Sicilia y África, el 8 de julio el Obispo de Roma ha confesado que el pensamiento de los inmigrantes muertos en el mar ha sido para él “como una espina en el corazón que causa dolor”. Sintió que tenía que ir a rezar y realizar un gesto de cercanía, “pero también a despertar nuestras conciencias”. Quiso proponer algunas palabras que “remuevan la conciencia de todos, nos hagan reflexionar y cambiar concretamente algunas actitudes”.

domingo, 14 de julio de 2013

La vida humana a la luz de la vida divina

P. Bonnard, La sinfonía pastoral (1916-1920)

“Cuando la fe se apaga se corre el riesgo de que los fundamentos de la vida se debiliten con ella” (encíclica Lumen fidei, n. 55)

     JuanPablo II, en su encíclica Evangelium vitae (1995), toma en serio la declaración del Evangelio de San Juan de que la vida es algo divino en sentido fuerte, es un atributo del ser divino: “En Él [el Verbo=el Hijo de Dios] estaba la vida y la vida era la luz de los hombres. Y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la recibieron” (Jn 1, 4-5).

lunes, 8 de julio de 2013

La fe, luz que hace vivir

¿Es la fe una luz “ilusoria”, es decir, irreal, engañosa e inútil, un sentimiento meramente subjetivo y oscuro, que no tiene valor de conocimiento ni proporciona certezas? ¿Es la fe cristiana algo que arrebata la novedad y la aventura a la vida? ¿Es un espejismo que nos impide avanzar con libertad hacia el futuro?

     He aquí algunas de las preguntas a las que responde, desde su introducción, la encíclica “Lumen fidei” (29-VI-2013), primera del Papa Francisco.

     En ella se plantea la fe como un don que ilumina toda la realidad humana, dándole pleno sentido, y que atraviesa incluso las sombras de la muerte. “Deseo –escribe el Papa– hablar precisamente de esta luz de la fe para que crezca e ilumine el presente, y llegue a convertirse en estrella que muestre el horizonte de nuestro camino en un tiempo en el que el hombre tiene especialmente necesidad de luz” (n. 4).